Se alimenta principalmente de varios tipos de zooplancton gelatinoso como las medusas, de las que consume grandes cantidades para poder desarrollarse y mantener su gran tamaño, puesto que es una dieta pobre en nutrientes. Las hembras de esta especie pueden producir hasta 300 millones de huevos, más que cualquier otro vertebrado conocido.[2] Los alevines del pez luna parecen pequeños peces globo con grandes aletas pectorales, una aleta caudal y espinas corporales que no tienen los ejemplares adultos.
Los ejemplares adultos son vulnerables a pocos depredadores naturales, pero es presa de leones marinos, orcas y tiburones. Entre los humanos, su carne está considerada como una exquisitez en algunas partes del mundo, como Japón, Corea y Taiwán,[3] pero la venta de su carne está prohibida en la Unión Europea.[4] A menudo estos peces quedan accidentalmente atrapados en redes de pesca y también pueden dañarse o morir debido a encuentros con desechos flotantes, como bolsas de plástico.
El Mola Mola (llamado así por su semejanza con una muela de molino cuando se le observa "tomando el sol" cerca de la superficie) aparece representado en Los Reinos del Mar a través de un personaje un tanto peculiar. Ocurre muy al principio de la historia, cuando Rielar apenas ha comenzado su aventura por los océanos del planeta y, a diferencia del resto de criaturas marinas, su actuación es tan puntual que ni siquiera llegamos a conocer su nombre. Puntual no es insignificante, ya que su presencia es el primer reto al que se tiene que enfrentar Rielar cara a sobrevivir en su recuperado hogar, pero, a la postre, no llegamos a saber mucho más ni de él ni del profundo al que supuestamente está hermanado, más allá del dato, muy posterior, de que su chapucero ataque acabará recibiendo un sibilino castigo...
De todos modos, no he querido dejar pasar la ocasión de presentar a este curioso animal. Comparto la opinión que se desprende del vídeo que viene después de que el océano esconde criaturas tan extrañas que, más que terrícolas, parecen sacadas de cualquier bestiario de ciencia-ficción. De hecho, contemplé la posibilidad de titular esta entrada "El alien tonto" (su cerebro es pequeñísimo en comparación a su cuerpo) con miras a emparejarlo con la siguiente, en la que pretendo presentaros a un animal que también parece de otra galaxia pero que, por el contrario, posee una asombrosa inteligencia... Digamos, el alien listo. Pero, ¿quién soy para juzgar una cuestión como ésta? Quizá la mayor muestra de estupidez consista en cargarte tu propio habitat, el único en el que puedes sobrevivir; y eso no lo hace el pez luna, solo lo hacemos nosotros, los sapientísimos sapiens. Y ahí lo dejo.
Me alegro de haber incluido al pez luna en mi historia. Y de que Rielar por un momento sucumba ante su hechizo... un hechizo de luna. Porque ya el propio nombre de mi protagonista nos habla del cautivador brillo de "la reina de la noche" sobre la superficie del mar. Y es que, en una lectura profunda, el viaje iniciático de la chica es un viaje lunar, esencia de lo femenino, así como el que luego hará Élias (Helios= El Sol) es el viaje del héroe solar y, por ello, masculino. Ambos representarían, de este modo, el camino hacia la plenitud de la mujer y del hombre como arquetipos y, por ello, en la tercera y última parte deviene necesario de nuevo un viaje pero, esta vez, uno que tendrán que recorrer juntos, en equipo.
En fin, aquí os dejo el vídeo del que os hablaba. Imaginad por un momento lo que supuso la contemplación para Rielar, flotando sobre su cabeza a la suave luz del atardecer, de una criatura tan fascinante como la luna...
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