miércoles, 30 de noviembre de 2011

Con la llegada de Diciembre

Mañana a las 19,30, coincidiendo con el estreno de un nuevo mes, haremos la presentación oficial de El Destino de Élias en la casa del Libro de Alameda de Urquijo. Estoy nerviosa, pero mis nervios tienen connotaciones distintas a las que también me asaltaron hace aproximadamente año y medio a raíz de la presentación de mi primera novela, Rielar y los Reinos del Mar. Aquel día de san Juan de 2010 caminaba junto a Carlos, mi editor, rumbo al fnac (en la misma calle, casi enfrente) con el vértigo de la absoluta ignorancia en lo por venir. Sé que ahora habrá novedades, empezando por la librería anfitriona y por el acompañante (que esta vez será mi "superagente", José Miguel Romaña) pero también creo saber algunas cosas que antes desconocía.
Cuento con que seremos muy pocos, casi todos amigos que me quieren bien y que estarán ahí mucho más por mí que por mi libro, cuento con que mis nervios y mi miedo escénico hagan de las suyas como la primera vez y que, por ello, no esté todo lo lúcida que me gustaría estar y cuento también con que esas caras amigas me hagan azorarme aún más por el miedo a defraudarles, a pesar de que será gracias a ellas que me sienta a la postre arropada y un poquitín más cómoda.
Me gustaría poder contar con que se me haga preguntas relacionadas con la novela, con dudas tras la lectura de determinados pasajes, con valoraciones positivas o negativas y cosas por el estilo pero supongo que no será así. Dos semanas son poco tiempo para ello y ése es apenas el lapso que lleva Élias en las librerías.
En fin, espero que salga todo bien y, sobre todo, que ese puñado de personas que hayan hecho el esfuerzo de venir a acompañarme pasen un rato agradable.
Gracias a todos por adelantado.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Élias ya está aquí.

Tenía tantas ganas de que esa mirada esmeralda se cruzara con la mía... Ocurrió el martes, a las siete y media de la tarde pero su llegada oficial a este mundo es hoy, 18 de noviembre.
Parece que estuviera hablando de un nacimiento, como si se tratara de un bebé largamente esperado y, en cierto modo, eso es lo que es. Han sido dos años soñando con este momento, dos años con muchas esperanzas y algunos desalientos, pero en su conjunto, un bienio feliz...
Precisamente hoy es cuando, a raíz de ver un vídeo que ya anuncia la cercana navidad (gracias, Gema), me he dado cuenta de que la impaciencia con la que aguardaba este momento no era en realidad para lograr tenerlo por fin junto a mí, pues desde el primer momento y a lo largo de la elaboración de la novela yo siempre he sentido a Élias muy cerca, sirviéndome de inspiración. No, anhelaba que llegara tal día como hoy por la misma razón que el niño que aparece en el vídeo espera el momento de la escena final...
No os digo más para que podáis sacar vuestras propias conclusiones...
Aquí lo tenéis.
Ah... y, bienvenido, Élias.


domingo, 6 de noviembre de 2011

Gracias, Dani

Supongo que existen muchas razones para animarse a crear un blog; tantas como blogers, en realidad. Estos días alejada del mío me han ayudado a entender el verdadero porqué de haberme embarcado en esta aventura y, consecuentemente, también el porqué de mi ausencia desde que colgué aquel hermoso vídeo de Amaral.
Pero la luz última sobre el asunto me la ha dado ver en la columna de la derecha el afable rostro de Dani, el primer amigo oficial de estas Crónicas de los Reinos del Mar.
Mi escritura, la de mis libros y la de este blog, no quiere ser un clamar en el desierto, ni siquiera se conforma con acabar siendo una especie de desahogo íntimo como el que se tiene sincerándose en un diario o en una carta sin destinatario alguno... esa carta que sabes que nunca enviarás.
Escribo en busca del otro, anhelando respuestas, cualquier respuesta que de algún modo me rescate de esa honda soledad que se empeña en acompañar siempre al oficio de escritor. Necesito saber que hay alguien "ahí fuera", alguien al que poder llamar amigo.
Gracias, Dani, por tenderme esa primera mano con la intención de acercarnos juntos a la orilla del mar.Ojalá haya pronto muchos más para poder compartir experiencias y pareceres y, si no es mucho pedir, también impresiones sobre estos Reinos del Mar que estimulan  mi fantasía (A este respecto,  EL DESTINO DE ÉLIAS sale a la venta el 18, a finales de la semana que viene ¡Por fin!).
De nuevo, por tercera y última vez, gracias, Dani.

martes, 18 de octubre de 2011

La valiente Unauán

Con ningunas ganas de escribir nada ponderado ahora y, en cambio, muchas de ir hacia lo salvaje... hoy necesito acogerse al efecto sanador y casi mágico de la buena música. Aquí os dejo un maravilloso vídeo de Amaral en el que me parece estar viendo a la mismísima Unauán, uno de mis personajes más queridos de RIELAR Y LOS REINOS DEL MAR, en el momento de adentrarse por vez primera en el océano. Y en la siempre azarosa vida.
Que lo disfrutéis.




sábado, 8 de octubre de 2011

El mar nos llama

Voy a ver si soy capaz de colgar un vídeo en mi recien estrenado blog... No es que tenga acciones en Royal Caribbean ni nada parecido pero el anuncio me ha gustado mucho.
Y además me parece muy cierto y muy adecuado para aquellos que amamos los Reinos del Mar. Espero que os guste si es que soy capaz de ponerlo correctamente y si no... bueno, paciencia, ya aprenderé.


domingo, 2 de octubre de 2011

Tiempo de limones

Este fin de semana me ha dado por evocar mi estado de ánimo de hace dos años por estas mismas fechas. Después de unos meses de nerviosismo creciente a medida que se acercaba el momento de la anhelada publicación de mi primera novela, a pocas semanas vista ¡Catapúm! me anuncian que por imponderables de última hora RIELAR Y LOS REINOS DEL MAR no vería la luz hasta la primavera del año siguiente...
¿Os imagináis cómo me sentí? No era capaz de aferrarme al hecho de que solo era cuestión de esperar medio año y que lo importante era que al final mi ilusión se acabaría cumpliendo, lo único en lo que pensaba era en que mi meta se había esfumado cuando ya la tenía casi al alcance de los dedos y que puede que sobre mí recayera una maldición o algo así que siempre me acabaría negando a la postre publicar nada en absoluto... (para los que no me conozcan mucho, ahora es el momento de confensar que acostumbro a ser pelín melodramática ¡qué le voy a hacer!).
En fin, en realidad no era de esto de lo que quería hablar sino de lo que vino después (Ah, volviendo a mi persona también puede que sea otro pelín divagante).
Bueno ¿y qué vino después? Pues tras la desolación vino el berrinche... y tras él, la reacción. Si el destino pensaba que iba a tirar la toalla y renunciar a soñar con los Reinos del Mar iba listo. Y si no quería taza, iba a tener taza y media.
A la mañana siguiente comencé a profundizar en la historia de un chico que salía muy tangencialmente en Rielar. Ese chico se llamaba Élias... y empezar a escribir sus andanzas probablemente me salvó de una depresión e hizo que la espera hasta el ecuador de la primavera siguiente se me hiciera bastante más llevadera de lo previsible.
Ahora puedo decir que, muy probablemente, sin aquel revés del otoño de hace dos años por estas fechas, mi segunda novela EL DESTINO DE ÉLIAS. UN MAR DIFERENTE no estaría a punto de ver la luz en este octubre de 2011 (siempre con permiso de los imponderables, claro).
Tengo oído que en Cuba existe una expresión: "Si la vida solo te da limones, hazte una limonada".
No sé si es esta una fórmula infalible para cuando vienen mal dadas pero... ¿a alguien le apetece un trago?

martes, 27 de septiembre de 2011

Como diría Toniña

Como diría una marsopa que yo conozco, "hasta el más largo de los caminos comienza con un primer paso".
Este es el mío.
¿Qué puedo decir para empezar esta andadura?
Bueno, hoy es 27 de septiembre... y para mí nunca será una fecha cualquiera. Hoy mi padre habría cumplido la redonda cifra de 80 años. Han pasado poco más de 5 años desde su muerte pero no es de ese anciano de los últimos tiempos del que quiero acordarme sino del de hace algunas décadas atrás. Él fue el primero que creyó ver en mí algún tipo de talento literario. Atesoraba como oro en paño mis primeros poemillas y, de tanto sacarlos y meterlos de su cartera para mostrarlos a todo aquel que pillaba por banda, estaban todos a punto de deshacerse por sus ajadas dobleces... Gracias, padre, y gracias también a ti, abuela Piedad, porque acabaste compartiendo el entusiasmo de tu hijo y me regalaste aquel diario que aún conservo.
En él he escrito, con intermitencias de años, las peripecias de mi vida hasta prácticamente el día de hoy. Bueno, quizá haga ya un par de años que no pongo nada pero esa ha sido la tónica habitual de mi ritmo de escritura en ese puñado de hojas de cantos dorados. Por eso han pasado más de 30 años pero aún me quedan hojas por llenar.
En fin, que lo mismo, conociéndome, no soy el colmo de la regularidad en esta nueva aventura del blog. Avisados quedáis... Ah, y se me olvidaba "hola, aquí estoy".
Supongo que ya habrá tiempo de hablar de los Reinos del Mar. Hoy solo quería hablar de mi padre.